¿Cuáles son los beneficios de la energía solar fotovoltaica?
• El principal beneficio es que colaboramos con la preservación del medio ambiente.
• Se elimina la fuerte dependencia de los no renovables
• Se puede tener electricidad en lugares remotos donde el sistema de red eléctrica no llega.
• Disminución de las emisiones de CO2.
• Ahorro económico notable.
¿Cómo se almacena y mantiene la electricidad generada?
La energía recolectada, posteriormente transformada en electricidad, es almacenada en un banco de baterías para poder estar disponible para el momento de consumo deseado. El regulador de carga controla electrónicamente las tensiones y corrientes de carga y descarga de las mismas.
¿Cómo se instalan?
La instalación es sencilla y rápida. Los paneles se pueden instalar sobre pisos, techos y también sobre cualquier superficie lo suficientemente resistente y amplia para soportar los mismo. Se recomienda que la instalación de los mismos tengan una orientación norte, ya que de esta manera se logra una mayor eficiencia en cuanto a la absorción de energía proveniente del sol. Por otro lado, se recomienda que se instalen con una pendiente de entre 15° y 20° ya que de esta manera, los mismos puede ser limpiados por la lluvia natural y también ser más resistentes frente a las eventuales caídas de granizo.
¿Necesitan mantenimiento?
El mantenimiento de los sistemas de energía fotovoltaica es prácticamente nulo. Es necesario mantener los paneles limpios y se debe asegurar que los paneles no se vean afectados por sombras de arboles, plantas u otras estructuras que puedan disminuir el eficiencia de los paneles, así como también la verificación de la orientación cada cierto tiempo.
¿Los sistemas tienen garantía?
Por supuesto. Los paneles solares ofrecen garantía completa por un periodo determinado previamente en el contrato.
¿Diferencias entre la energía solar térmica y la fotovoltaica?
Aunque las dos energías utilizan la radiación solar, la térmica aprovecha el calor del sol mientras que la fotovoltaica convierte la luz en electricidad. La térmica se emplea fundamentalmente para calentar un fluido, que a su vez sirve para la producción de agua caliente sanitaria, calefacción o bien para la climatización de piscinas. Por otro lado, la electricidad de origen fotovoltaico sirve para alimentar motores, otros aparatos eléctricos o para ser vertida a la red eléctrica.